Nuestras hormonas son un reflejo de nuestro estilo de vida. Cuando se encuentran en equilibrio nos sentimos con energía y con un buen estado de ánimo. Sin embargo, factores como el estrés, la alimentación, la exposición a químicos y el uso de medicamentos pueden alterar sus niveles, creando un desbalance hormonal.
Las hormonas actúan como mensajeros en nuestro cuerpo. Son producidas en las glándulas endocrinas y viajan a diferentes órganos y tejidos para regular distintas funciones como la temperatura corporal, el apetito, los ciclos de sueño y nuestro metabolismo.
Existen más de 50 hormonas en nuestro organismo, entre ellas destacan las siguientes:
- Cortisol: regula nuestra respuesta al estrés y participa en el ciclo de sueño y vigilia. Sus niveles aumentan al amanecer, señalando al cerebro que es hora de despertar.
- Melatonina: una de sus principales funciones es promover el sueño. Contrario al cortisol, sus niveles aumentan cuando anochece.
- Insulina: regula el metabolismo de la glucosa y promueve el almacén de grasa en el tejido adiposo.
- Estrógeno: regula el ciclo menstrual, promueve la salud reproductiva y ósea.
- Hormonas tiroideas (Tiroxina y triyodotironina): regulan nuestro metabolismo, temperatura corporal, presión arterial, crecimiento y reproducción.
- Leptina: regula el apetito y el peso corporal.
Cada hormona actúa en órganos y tejidos específicos, y al mismo tiempo, todas trabajan en conjunto. Por esta razón, si la producción de una se encuentra alterada, se crea un desequilibrio hormonal.
Este desbalance puede ser temporal, pero si se mantiene a largo plazo, aumenta el riesgo de desarrollar condiciones como resistencia a la insulina, síndrome de ovario poliquístico, enfermedades tiroideas e infertilidad. Algunos de los signos y síntomas de un desequilibrio hormonal incluyen:
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Fatiga
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Brain fog
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Estreñimiento
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Acné
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Irritabilidad
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Cambios de humor
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Intolerancia al frío o el calor
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Baja libido
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Síndrome premenstrual
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Irregularidades en el ciclo menstrual
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Caída de pelo
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Piel seca
Para mantener un balance adecuado es necesario mantener una alimentación saludable, realizar ejercicio de forma constante, tener un descanso reparador, disminuir la exposición a químicos y contaminantes y manejar el estrés, con técnicas como la meditación y yoga.
Las mujeres son más propensas a presentar un desequilibrio, debido a las fluctuaciones que ocurren a lo largo de la vida (menarca, embarazo, menopausia, etc.). Si presentas varios de estos síntomas es importante revisar tus hormonas de la mano de un profesional de la salud.
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