Hay muchas maneras de mantener nuestra respuesta a la glucosa y los picos de insulina en buenos niveles. Por ejemplo, el orden de la comida, salir a caminar 10 minutos después de comer, ayuno intermitente, entre otros. Pero te apostamos a que no has escuchado este:
¿Sabías que exponerte al frío activa la producción de grasa parda (una forma metabólicamente activa de tejido graso que quema energía para generar calor y controlar la temperatura corporal) y equilibra la respuesta de la glucosa?
¡Así es! Algo que es completamente fuera de lo común pero que puede tener grandes beneficios a la hora de controlar los picos a la insulina. Lo ideal sería meternos a una tina de hielos para hacer el reto Wim Hof, pero la verdad a muy pocos se nos antoja.
Lo que sí puedes hacer es poner tu cara en un bowl con agua con hielos durante 30 segundos o darte un regaderazo de agua fría. "La mayoría de los beneficios provienen de 30 segundos a un máximo de 10 minutos de exposición al frío intenso", explica Ben Greenfield, experto en fisioterapia y ejercicio. "También puedes obtener algunos de esos beneficios simplemente haciendo ejercicio al aire libre en el frío; no tiene tanto impacto como la inmersión en agua fría, pero tiene un efecto." ¿Quién se apunta para ir a correr en la mañana?
Si sabes que estás a punto de comer mucho o disfrutar de un postrecito alto en el índice glucémico, prueba este truco para equilibrar de forma preventiva esos picos.
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